Parece que Israel duda que estos dibujos tengan la capacidad de salvar a la humanidad.
Son elocuentes.
Son sensibles.
Son intuitivos.
Y fueron hechos en el conocimiento de una masa madre común.
También hay miles de millones de ojos validando el camino.
No es suficiente.
Nada es suficiente para el que discapacita la mente y se niega a revisión médica.
Ya no es portar una discapacidad.
Es más.
Es discapacitar la mente.
En libre albedrío.
Menos mal que tienen un sucucho donde defecar las inmundicias que excreta su mente.
Como no les son suficientes los adelantos de la ciencia psiquiátrica humana entonces queda el proyecto original de Dios.
Cuando ya no puedan más.
Cuando el grito salga a destiempo.
Cuando sobrevenga la ira.
Cuando salga la cochina miran hacia arriba con el cerebro y cada uno, pum, por arte de magia encuentra una celda que los “capacita”.
Se les puede sacar conversación.
Porque ahora no se puede.
Los dibujos.
Revisé mi carpeta de fotos de alcohólicos y ahora que comprendo más la realidad compleja de la especie me llamó mucho la atención la foto de un hombre mayor vendiendo la tentación, el vicio.
Lo consideré un reto y decidí dibujarlo.
Mi intención era lograr que la tentación “saliera”, de alguna forma fuera externa al bebedor.
Creo que lo logré.
Se ve con estupor a un hombre israelí que busca vender el vicio del alcohólico.
¿A quién le habla?
Pienso en serio que se hablan sólo entre ellos mismos.
Nosotros los vemos como en una película infernal que nunca acaba y en la que nunca habrá humanidad, es decir, compasión o afecto, o gregariedad.
En la misma carpeta estaba la foto de una mujer ebria en el suelo rodeada de basura.
La foto era extraña pues la mujer parecía una modelo, no una alcohólica, y el entorno semejaba una puesta en escena.
Sin embargo, la trabajé.
Pasó algo curioso.
Pintaba sobre la imagen y cuando suprimía el original lo que dibujaba adquiría otro significado.
Sí se trataba de una alcohólica.
Y era una mujer que deambulaba en la miseria.
La puesta en escena aludía al entorno en el que viven los miserables.
Había más.
Como no tenía información lo dejé así, como se ve en la imagen.
Luego la NASA me recordó la dinámica que las mujeres profesionistas llevan a cabo en el scielo.
Eso que recoge la foto es un aprendizaje vicario del alcoholismo.
La mujer quería impregnarse de la energía de la alcohólica para poder rastrear alcohólicos humanos.
Me quebré de ira.
Eso era el comunismo.
De alguna manera los mutilan a todos de la misma manera y en el mismo lugar para que calcen los unos en los otros sin resistencia corpórea.
Pero ¿por qué?
Y lo comprendí.
Por el scielo.
El comunismo es por el scielo.
Unos se desabarrancan por una dolencia no diagnosticada y otros viven esa dolencia como si fuera propia para poder identificar a los discapacitados de esa afección.
No creo que en miseria sepan que las profesionistas mienten sobre sus adicciones.
No las tienen.
Los usan.
Les niegan medicación y diagnosis y deciden su destino: miseria.
Les quitan la oportunidad de la sanidad, entre otras cosas.
Como puedo, arreglé las cosas para que todas sus vivencias vicarias se convirtieran en afecciones psicológicas propias.
Todo lo que vivieron es en lo que se convirtieron: putas de baja ralea, alcohólicas, drogadictas y psicóticas.
¿Cómo es eso posible?
Sólo Dios permite el aprendizaje vicario.
Los judíos no conocen el concepto.
Las mantas que se ponen para que lo vivido no imprima la cognición no sirve para nada.
Necesitan la memoria de lo vivido para detectar similitudes.
En conclusión, se degeneraron hasta lo impensable.
Ahora sí tiene sentido la fatigosa búsqueda del amor propio.
Nadie sabía quién era la que no lo tenía.
La que no lo tiene es la trabajadora de scielo, capaz de vivir los miles de extremos y carencias de la mente humana por un poder que no entiende ni ejerce.
Es la técnica de ésta vez tendré suerte y nunca acaece.
Las energías que tienen cuando se hacen estas fotos quedan impresas.
Yo las leo, las comprendo y cuento lo que en realidad pasa.
Si creíamos que la indiferencia hacia los humanos era de no creerse es peor la forma en que se tratan a ellos mismos.
La fuente de las mentiras está en scielo.
Miento como loca porque nunca en la vida por nada de este mundo admitiré que soy esa mujer horrenda que abrió todas las puertas de su cuerpo a las adicciones y a las enfermedades mentales.
Es cierto.
No debes bajar.
Debes quedarte exactamente donde estás y esperar que venga alguien de la OMS a rescatarte y llevarte a un lugar seguro, a ti y a tu sombra.
Las dos separadas.
No temas.
Sólo se realizaran unas proyecciones para establecer la ruta de las enfermedades mentales que seleccionaron.
La ruta de las adicciones que corroen su cuerpo a escondidas de la sombra.
Todo estará bien.
Si siguen juntas se van a matar.
Y perderemos el dato.
Una lástima.
Dios no es torcido.
Dios no es escabroso.
Dios no es pútrido.
Ahora entiendo tu envidia.
Debe ser horrible pasar por todo lo que pasas, ser apta para estar en scielo y llegar y darte cuenta de que arriba pasa lo de abajo, lo que sucede desde el principio: no conocereís.
La boca la tomé de una imagen que encontré en un sitio de venta de moda de lujo on line.
La modelo hacia gala ostensible de su condición de puta.
Modelaba ropa de una marca balurda denominada “Loveshackfancy”.
Pero no sólo vendía sexo.
Era raro.
Además de su pose de puta tenía un gesto raro en la boca.
Se sentía sobrada.
Una puta que ofrece sexo oral cuando modela ropa de mal gusto, y se cree de lo mejor que hay, con una autoestima de hierro.
Me pareció ultrararo y guardé la imagen.
Empecé a trabajar en ella y me enfoqué en la boca.
Amplié mucho la boca.
Una cosa era de lejos y otra muy distinta de cerca.
La boca no sólo era horrible en su textura sino en el mensaje contenido en ella.
La boca estaba mal cuidada.
Tenía muchas resequedades.
Había partes de la piel desprendidas.
Daba asco.
Empecé a intervenirla y salió el sida completo, de la a a la z.
Una sorpresa.
No es sexo oral, la tipa está tan loca que cree que es sexy contagiarse de sida y contagiar a otros de sida.
Está bien que tú seas estúpida.
Está bien que te parezca in.
Está bien que todos sean igual de estúpidos.
Pero ya es hora de que entiendas que no eres un animal.
Por una razón.
Mientras te consideres un animal no va a haber poder humano que te obligue a distinguir entre tu y el otro.
Por eso encontré el modo de obligarte a ser humana.
Sólo una porción de ti.
El resto puedes morirte cuando te de la gana.
Más asco imposible.
En la imagen está la salida a tu estupidez.
Cuando te pongas muy muy estúpida y te creas un animal, el otro, el hombre, te hace el pulpo y san se acabó, ves al otro y entiendes que no te soporta.
¿Qué es el pulpo?
La boca de la modelo vista como es.
Claritas sus intenciones.
De ahora en adelante va a producirse un intercambio conductista.
Todo está en la boca.
Cuando uno ve la imagen siente como si se inflara y se desinflara.
Hay que dejar que penetre la amenaza que la imagen expresa.
Si vas por la calle y te sale una diosa puta escupiendo deseo, recibes el mensaje y recuerdas la posición de la espalda.
Enfocas tu atención en la posición de la espalda que la foto te hizo adoptar.
Viene la puta enfocas la atención en la línea vertical en tu espalda (cortesía del pulpo) y ya, la puta se desinfla y te ve.
Cuando te vea, verá la realidad, la muerte que no tomó en serio nunca.
Qué más se puede pedir.
Son estúpidos.
Es letal.
No entienden.
No saben hablar.
Creen que son tan divertidos como un mono.
Tan organizados como un pulpo.
Tan poderosos como el miedo que produce un tiburón.
Son estúpidos.
No veas más allá.
Tienen forma humana.
Aparentemente.
Si ves al humano que no son vas a olvidar la línea vertical en tu espalda que te defenderá del sida de los estúpidos.
¿Sabías que cuando alguien se contagia de sida, la comunidad lo celebra?
Es su enfermedad.
Te estás defendiendo de la estupidez no del contagio.
La amenaza es la estupidez.
El sida no existe en la tierra sólo en el inframundo.
Lo que hacen para intentar contagiar al hombre alerta sobre el deterioro neuronal, que es lo que produce esa rigidez robótica que los hace tan felices.
Me molesta mucho, más de lo que te imaginas, que uses la experiencia estética como medio de expresión.
Me molesta tu modo de pensar el arte.
Un día dije que tu estética era la de lo macabro.
Hoy, miles de vivencias después, puedo concluir que no existe una estética tal.
Y no existe porque no piensas.
Nulo.
No usas la cabeza para nada.
Crees que la usas pero no.
No lo haces.
¿Me oyes?
No usas la cabeza.
Me contaron que andabas loco con una artista llamada Lilian Dagher.
Yo soy Lilian Dagher.
Eso te pasa por leer la realidad por fragmentos.
No sabes como me llamo y andas por ahí ufanándote de que no hago nada, que me tienes reducida a lo mínimo indispensable.
Al parecer te doy batalla.
Lo triste es que no sabes quién soy.
Al parecer sólo intuyes la presencia de Dios.
¿Por qué no te comunicaste con el Vaticano para saber quién era yo?
Toda Venezuela sabe quién soy yo.
Todo el mundo sabe quién soy yo.
Si me llamo por mi nombre aquí no lograrías entenderlo por eso me dividieron en dos.
Allá Lilian Dagher es asimilable.
Te agradan los artistas.
Es más que interesante lo que hago.
Llevas años estudiando cómo plagiarme.
Mi obra plástica, literaria y teórica está más que resguardada.
Mis escritos son protegidos por la milicia internacional.
No se puede hacer un movimiento semejante al de mi mano sin que se disparen las alarmas.
A nivel teórico lo que hago no se enseña en las aulas, es de uso militar únicamente.
Allá existo para ti.
Me digieres.
Buscas entender lo que hago y lo que digo.
Acá te desahogas porque Dios existe.
Existe para Lilian Dagher.
Y existe para Lilian Dagher.
Allá oyes.
Acá no entiendes ni papa.
No te has molestado en entender una sola palabra de las que pronuncio.
No sé por qué.
Sólo no entiendes por qué la NASA está aquí.
Por qué pasan cosas místicas y holográficas aquí.
Quieres hacer la guerra por Lilian Dagher pero a la primera te pusieron en tu sitio y no insististe.
Sólo analizar una forma para plagiarme.
Todo lo que esté asociado con la mística no lo oirás jamás.
Entonces se dividió mi persona para captar tu interés y darte una oportunidad, una que entendieras, a tu nivel.
Lo que digo en este espacio es lo mismo que pinto y escribo, hasta más interesante.
La humanidad oye con claridad todo lo que digo y ve con nitidez todo mi performance.
Lo llamé así desde el principio.
Sólo tomas lo que dice la otra Lilian y lo repites aquí, chez moi, dans la place de Lilian la mistique.
No quiero seguir hablando de eso.
Ve a ver qué vas a hacer con tu miserable vida pero tienes que buscar una manera de hablar que permita entenderte.
Estás más allá de la muerte y todavía insistes en creer que dominas el mundo.
Necesitas un interlocutor formal, una conversación legítima.
Lo tuyo es un proceso de exterminio étnico.
No sabes cuántos quedan ni por qué quedan los que quedan.
Lo que estuve buscando en tus diseños no fue la certidumbre del plagio de Vivienne Westood (Maticevski) o de Valentino (ese Zimmermann es un roba trapos).
Lo que busqué es la ausencia de estructura.
Encontré algo muy interesante que lo había aplicado exitosamente en mi persona y ahora lo aplico en ti.
Creo que estás transparente.
Ése dato es definitivo.
Estás Kaput.
Anda y reúne a tu gente.
Es más que loco que no le temas a lo inminente, está en tus narices y tu jodes como si no estuviera o no existiera el infierno.
Agarra mínimo.
Son tres.
Lo necesario para un trío de locas.
Me llamo Lilian Dagher-Lilian Dagher.
Cuando descanso muevo masas, conozco partículas, memorizo energías.
Cuando me levanto cocino.
Cuando es hora, trabajo, pinto o escribo o pienso.
Dios y la Nasa me administran las responsabilidades.
¿Quieres pelear con Él o sólo darle lata?
Di qué quieres.
No entiendo para qué te sirve la lástima que prodigas.
Ahora es a tiempo completo.
Das lástima porque estás ciego.
Das lástima porque estás sordo.
Das lástima porque estás biológicamente muerto.
Das lástima porque no sabes quién es quién ni por qué armas jaleo.
Vete a la mierda con tu lástima.
La electricidad no da lástima.
¿Sabes qué sí da lástima?
La mamá de Israel.
Ella no deja que nadie sienta deseo para que la pipa de Israel no sufra.
Lo que más me sorprende de ti es tu facilidad para malgastar el dinero.
Las tres fotos las tomé de tres importantes tiendas de ropa de lujo on line.
Las tres llamaron mucho mi atención.
Consideré un desafío darle forma a tu mundo.
Y hablar de lo que yo leo de tu mundo.
Lo que pude entender es que son guerreros o robots, es decir, gente repetible.
Si eres repetible puedes ser desechado con facilidad.
Las cosas que tienden a ser masivas son de baja calidad por lo general y es fácil prescindir de ellas o de ellos.
Es lo que acontece pero tu no lo entiendes ni lo ves de ese modo.
También entendí que harán la guerra de la necrofilia.
No sé muy bien qué significa pero esa habilidad para hacerse el muerto me sirvió mucho para otra cosa.
En tu mundo me parece que significa darse de baja.
Algunos de ustedes deben darse de baja.
Hice lo que vos y me puse muerta y la mala muerte pasó y ni me tocó.
¿Eso es darse de baja?
Bueno me di.
Luego está la foto del short criminal.
Una pierna es de una mujer que fue asesinada por un asesino serial.
No sé si sabes pero sabemos que las muertas, todas, siempre son israelitas.
Creo que la foto dice que van a ponerse sionistas y matar humanos.
No me parece.
Vives en una pecera.
Parece una gusanera celta pero eso ya se resolvió.
La última imagen es la de un bolso de tela de impermeable horrible.
Cuando lo vi pensé que era un cangrejo.
Lo guardé de lo puro feo que me pareció.
Dije, a este, cueste lo que cueste, tengo que sacarle punta.
Creo que lo hice.
Lo vi en detalle y me fijé que son dedos que se ponen de acuerdo en algo.
¡Ahhhh!
¡El arca!
¡Cerrarla!
¿Qué coño es el arca?
¿De verdad crees que, a estas alturas, puedes cerrar o abrir algo?
Vamos, por Yahvé, tienes a la muerte pisándote los talones.
¿Es que no has visto el pote de masas, sustancias, gases, electricidad, partículas, que será tu habitación del pánico?
Vas para allá, corazón.
Tú lo decidiste.
Bueno, my lady, que te vaya bonito.
De todo lo malo que has hecho en la vida, ha sido bueno saber que hay una buena y poderosa mujer disléxica madre pipa Israel que tiene la explicación de todos, toditos, todos tus males.
Quise explicarle a un niño qué es la inteligencia y pinté este dibujo.
Cuando lo vi me sorprendió.
No es para un niño.
Así que le hice otro.
Esí sí era para su edad.
Creo que le gustó.
Eso me complació mucho.
En estos tiempos la inteligencia no cuenta.
Las bestias nos enseñaron el valor de la intuición.
Claro que cuando Dios está presente la cabeza debe ocupar su lugar.
Eso hace más difíciles las cosas.
Obliga a darle la vuelta a la estupidez para ver qué pasa y cómo abordar la situación, indudablemente el Apocalipsis.
Cuando pinté esta imagen me puse muy triste.
En verdad es una imagen muy triste.
La inteligencia se desdibuja y aunque pareciera firme la estructura no logra su estabilidad.
Así me siento.
Fui a comprar pan.
La noche antes había clamado clemencia, que me sacaran porque no soportaba a los israelitas, y de verdad sentí que el estúpido, cuando no conoce la intención de sus actos, puede matarte de la pura desolación que da, sin tocarte un pelo.
No hablemos de tocar.
No se soporta su presencia.
La estupidez es una esencia, es decir, es una sustancia líquida que expele un aroma particular.
Ésa debe ser la esencia de la especie.
Ésa sustancia líquida que sale de su interior.
¿Cuál es la esencia de Bernstein?
Este líquido.
¿Cómo va a ser? ¿Bernestein es líquido?
Es su quintaesencia, como las esencias que usan los perfumistas.
No es fácil de entender.
Así pienso yo cuando digo que no pensaré más porque duele mucho.
Como no pensaré más diré las cosas superficiales que vienen a mi cabeza cada vez que siento la presencia vaga de uno que no quiere ser.
Es terrible si te pones a ver.
Fui a comprar pan, decía, y me topé con un adulto que se reía a carcajadas.
Lo miré y al parecer reprobé su conducta.
Entré y salí y cuando volví a entrar él estaba frente a mi, parado como los niños cuando les pasan revista.
Las manos juntas, muy atento ante mi escrutinio.
Lo miré fijamente, analizándolo, tratando de establecer quién era o qué podría querer de mi.
Era un gitano.
Lo primero que vino a mi mente fue se comporta como un niño, luego, está sucio (sexualmente) y finalmente, es un adulto.
El gitano, al parecer, había llamado a su mamá.
Luego descubrí que las partes primera y última: niño, adulto, debían leerse como retardo mental.
El muchacho tenía retardo mental aunque su físico no daba señales en esa dirección.
Después me enteré que el sucio, una capa gruesa, que vi, advirtió que iban a hacer jaleo con los gitanos, con él, específicamente.
La mamá se enteró y se organizaron todos los gitanos para defenderse ante un eventual ataque.
Lo importante para mi, fue lo que me produjo inmensa alegría, fue que el muchacho adoptó mi método para captar “esencias”.
Lo vieron al rato haciendo lo mismo que yo: encarar a la persona hacia la que se tiene recelo, y observarla fíjamente identificando capa por capa.
Me cuentan que le fue bien.
Cuando llegó a la última capa se dio cuenta que era un mal tercio y se alejó.
La mamá lo supo también y no lo pudo creer.
El muchacho había adquirido un mecanismo de defensa de fácil aplicación.
Dios le mostró en sueños al muchacho gitano qué era la bolsa de masas y gases sobre la cabeza de los israelíes.
Fue una pesadilla y se despertó asustado y la madre y la comunidad de gitanos también.
Dios le habló al muchacho y le mostró su situación: iban a guerrear por él.
Dios le dijo que era hora de irse y le mostró la verdadera vida.
El muchacho consultó con su madre y esta le dijo que sí, que se fuera, que podía morir.
Dios les habló y les mostró que morir, en primera instancia, era desaparecer.
Y todos los gitanos ayudaron a quitar los señalizadores que les habían puesto los israelitas para poder desaparecer.
Dios puso una cortina que los hace invisibles para que puedan seguir con sus vidas.
El muchacho y la madre se abrazaron y se pusieron a llorar mucho tiempo.
Es verdaderamente deleznable en lo que han convertido la vida los israelíes.
Dejaron a un grupo de gitanos que Dios y la Nasa eligieron y los hicieron cyborgs.
Se manejan a distancia por la toxicidad emocional de los judíos.
Sólo para no perderlos de vista y prevenir sus intenciones hacia la comunidad gitana.
Tal vez eso apunte el dibujo.
La inteligencia que debe ocultarse para poder sobrevivir.
Las masas, las partículas, los gases, las materias, las energías, la memoria, las emociones, la forma, las transformaciones, la electricidad, las anulaciones, las incisiones, los modelos, los miles de años…
Nada de eso se condensa en una forma nueva y más apta.
Cada espécimen entra y debe recomponerse, recuperar su vida, ordenar su memoria, asimilar sus emociones, construir el contexto.
Y se va a la vida.
La especie no tiene el poder de influir en el conjunto, ni para bien ni para mal.
Así es, ha sido dado.
No sabemos qué sigue después.
Hasta ahora sólo debemos llevarlos hasta allá.
El dolor que repudiaron a lo largo de su vida es el aire que se respira en el microcosmos.
Es el motor que los impulsará a salir de ahí, a reconocer como propio sólo una parte de él.
No estoy segura de si quería comprensión o hacerme una maldad.
La maldad era que yo sintiera que mi hijo era hijo de mi hermano.
Loco.
Todo es loco.
¿Importa?
No importa.
Las cosas más descabelladas ocurren y ya el dolor sale mezquino.
La misericordia se convirtió en miseriacordia.
Tiene sentido.
Lo que ocurre.
El sentido duele.
Duele mucho.
A la muchacha que tuvo el hijo de su hermano le pedí perdón por devolverle la mirada, la capacidad de ver la realidad.
Entendí que se iba a topar con el otro, con el juicio del otro.
No sé a ciencia cierta si la muchacha es estúpida.
Ella vivió conmigo el dolor de conocer que su hijo era de su hermano y la “inconexión” de este hecho con el resto de su vida.
Sufrí.
Sufrí mucho en el sueño.
La gente me veía y sabía de “mi” hijo, su origen.
No sabía qué hacer ni cómo responder.
Estaba indefensa, absolutamente indefensa.
Pensaba, qué voy a hacer ahora, cómo va a ser mi vida, cómo voy a poder seguir con mi vida.
No me planteé el suicidio pero la situación emocional era como de suicidio.
Mi vida había terminado.
Jamás me perdonarían algo así.
Ahora veía, demostraría que sabía, que tenía conciencia de lo que había hecho, lo de las relaciones sexuales con “mi” hermano, no podría evitar el juicio.
Me fusioné con sus emociones.
No había distinción entre yo y ella.
También viví esa sensación, la de no poder seguir con mi vida a causa de la mirada culpable del otro.
Por eso caló.
Lo que más me impresionó fue la incapacidad de conectar el hecho con un contexto.
No había contexto.
Tuvo un hijo con su hermano.
Punto.
Es el hecho.
La dinámica de los otros que son como ella no cuenta.
No importa que el ambiente esté pútrido.
No importa que estemos condenados.
Sólo la conciencia fragmentada de que tuvo un hijo con su hermano y que eso no estaba bien a ojos humanos.
La inconexión era eléctrica.
No conectan con el otro para evitar el juicio.
Es un incisión neurológica, una anulación eléctrica en el plano mental, lo que impide el juicio, el orgullo y el prejuicio.
Con el hombre no funciona bien.
Se siente que uno hizo mal.
Lo que no se sabe es qué los llevó a ello.
Y eso es el mal, finalmente.
La incisión neurológica, la anulación eléctrica en el plano mental, del otro.
En ése punto son animales.
No sé cuál es la competencia, el rodeo, previo a la incisión-anulación.
Porque lo que se decide es la privación del amor.
Ahora quedan los más feroces.
Y las más feroces.
Y la gula.
La gula es desear más show, más mierda.
Creen que funciona pero no es así.
Hay que ver el show para decidir su final.
Puede sonar loco, pero no les temo.
Lo que temo es la ladilla, la más grande que se haya visto.
Temo eso.
Que se peguen.
Cuando lo hacen empiezan a supurar su historia pero contada como se debe: la falta de amor propio, la imposibilidad de identidad de género, el absurdo, la ausencia intelectual, la privación cognitiva, etc.
Atrápame si te atreves 